Con lagrimas en los ojos, levanta a su cachorrito, y lo lleva hacia la otra pieza para intentar levantar las cosas del piso que ellos han tirado. Lo deja en la cama hasta que algo magico sucede. y antes de seguir contando esta historia quiero que adivinen quien es la madre de la historia. Si... soy yo. En uno de los peores dias de mi vida. Adivinen quienes son los ''niños''... Si, mis gemelas.
En ese momento magico en el que nos quedamos, Brianna me pone una mano en el cuello, y me detiene. Me quedo inmovil, dura, paralisada, sentada en la cama mientras ella desliza su otra mano en mi otro hombro. Y asi fue como recibi el primer abrazo de mi hija. Y en ese segundo mil cosas pasaron por mi cabeza. ¿Como pude haberlas tratado asi? ¿Como pude haber ignorado este llamado de atencion? ¿Como no me di cuenta que lo unico que querian era un poco de amor?. Fue el sentimiento mas horrible que pude haber experimentado. Una culpa tan profunda que espero no volver a sentir nunca. Nos quedamos asi, abrazandonos durante 2 o 3 minutos sin interrupcion. Calladas, mientras a mi se me caian las lagrimas y ella me hacia como una ''rascadita'' en mi cuello. Un abrazo inolvidable, que indudablemente voy a guardan en mi mente por el resto de mi vida. Seguido de eso, me acoste, y ella se reposo en mi panza, y asi quedo, hablando en su idioma ''papapapapa'' mientras yo la miraba llorando, con una mezcla de sentimientos que no podria enumerar porque eran demasiados. Le sonrei, me sonrio, y siguio contandome lo que me estaba contando. Señalando al techo con una mano mientras con la otra me arrancaba algunos pelos.
Que tontas somos a veces, que ingenuas. Que mal pensadas, y que exigentes. Una mala noticia nos puede cambiar la perspectiva de todo nuestro mundo, y sin embargo, nos olvidamos de algo tan esencial e importante, como el saber que nuestros hijos nos pueden dar la fuerza que necesitamos para seguir adelante. Y en vez de usar esa fuerza, ese amor que nos expresan con una mirada, una sonrisa o un abrazo, nos enojamos incluso con ellos. Tuvo que ser necesario esa demostracion que me hizo mi pequeña nena de 12 meses, para que mi mente se despertara. Asi es cuando me ''cae la ficha'' de lo necia que puedo llegar a ser, y de lo incapaz que puedo ser como madre.Dedicado a todas las que alguna vez perdimos la paciencia y a todas aquellas que no me bancan, para que puedan criticarme con buenas razones.
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